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Seguir la ética y la moral ordenadas por Allah
Todos los creyentes y las creyentes están obligados a seguir la ética y la moral que Allah ordenó y evitar todo lo que prohibió. Por eso, no hay que gastar en exceso en la comida, la bebida, la ropa ni en otros placeres de la vida. Tampoco hay que gastar con derroche en banquetes públicos ni particulares, sino es necesario mantener un término medio en la medida que sea posible. Si uno prepara un banquete para un grupo, por ejemplo, y los invitados o algunos de ellos no pudieron asistir a este convite, en este caso no se considera despilfarro, pero no hay que desechar la comida que sobra en la basura o en lugares sucios, sino que hay que esforzarse en hacer llegar esas cantidades de comida a los que las necesiten o bien guardarlas para usarla posteriormente.
Y si eso no es posible, entonces se debe trasladar esa comida a un lugar lejano para los animales. Si, fácilmente, se puede hacer llegar esos alimentos a algunos obreros o a los pobres, entonces será obligatorio hacerlo para no perder el dinero gastado en esa comida en vano y evitar cometer el pecado de caer en el derroche y el despilfarro.
Allah -Alabado sea- ha elogiado a sus servidores que cuando gastan no derrochan. Son los llamados "servidores del Compasivo", descritos en la aleya que dice: Y aquéllos que cuando gastan ni derrochan ni son avaros, sino un término medio entre ambas cosas
( Número del tomo 4; Página 115)
Éste es el punto separador: no hay que gastar con derroche ni con avaricia, sino se debe mantener un término medio entre ambas cosas. Allah Todopoderoso elogia a sus servidores que se aferran a ese término medio: Y aquéllos que cuando gastan ni derrochan ni son avaros El despilfarro es gastar con exceso y la avaricia es el no gastar. Hay que señalar que tanto el avaro como la avaricia en sí son reprobables. También lo son el derroche y el despilfarro. Por lo tanto, es necesario prescindir de esos dos extremos. Por ello, Allah -Exaltado sea- elogia a sus servidores creyentes diciendo: Y aquéllos que cuando gastan ni derrochan ni son avaros, sino un término medio entre ambas cosas .
Así que, recomendamos a todos los hermanos y hermanas musulmanes aferrarse a esos nobles modales de la religión, cumplir con esos principios en el hogar y en los banquetes y evitar gastar dinero impertinentemente, y preparar alimentos con abundancia sin necesidad verdadera, porque el dinero ahorrado puede beneficiar a su dueño, y los pobres son muchos en este país y en otros países. Sabemos que en este país hay pobres cuyo número no lo sabe más que Allah y necesitan dinero, comida y ropa.
Aunque nuestro país -gracias a Allah- cuenta con no pocas riquezas tanto religiosas como mundanas, todavía existe aquí, en algunas ciudades y aldeas gente pobre que pide ayuda. Por eso, hay que ofrecerles a esos necesitados, en todas partes, lo que necesitan a través del azaque, la limosna y otras formas semejantes. Esas ayudas financieras son repartidas por los tribunales legales y por los dignatarios conocidos por su honestidad. Además, en muchos países en África, Asia y en todas partes del mundo hay mucha población que sufre intensa pobreza y se encuentran en extrema necesidad de dinero.
También los refugiados afganos y los Mugahidin (luchadores por la causa de Allah) en Pakistán sufren una mayor necesidad de dinero. Por ello, no es lógico ni aceptable malgastar o derrochar el dinero que tenemos, mientras que en nuestro país y en otros países hay mucha gente pobre. Esto no está permitido en absoluto. Sin embargo, todos tienen que mantener la moderación en todos los aspectos de la vida, como la bebida, la comida, la vestimenta, los banquetes de boda u otras celebraciones donde el riesgo es grande, porque muchas personas se jactan con gastar en exceso, hasta tal punto que puedan llegar a pedir préstamo de otros para cubrir los gastos extravagantes.
( Número del tomo 4; Página 116)
Así que, todos los creyentes, hombres y mujeres, deben tener muy en cuenta esa cuestión y cada mujer tiene que prestar suficiente atención a su marido, su padre y su hermano. No debe obligar ni pedir a su marido, ni a nadie, lo que no pueda soportar; sino, al contrario, debe ayudarle para hacer el bien y a ser moderado. Por lo tanto, ella será capaz de persuadir a su hijo, su padre y su hermano con las ventajas del ahorro y aconsejarles en caso de ver una probable inclinación hacia la exageración, el derroche y el despilfarro. Ella puede ofrecerles el consejo siguiente: ‟Temed a Allah, esto no es para nada necesario. Si somos ricos, entonces tenemos que ayudar a los demás, y, si no, debemos comenzar con nosotros mismos y satisfacer nuestras necesidades". Fue narrado por ‘Abdullah ibn ‘Amru ibn Al-‘Aas -que Allah esté complacido con ambos- que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: Come, bebe, vístete y da limosna sin exageración ni ostentación. Recopilado por Abu Dawud y Ahmad según ‘Amru ibn Shu‘ayb de su padre, bajo autoridad de su abuelo. Es decir, no hay que hacer nada con exageración ni con soberbia. Ya que, algunas personas hacen redundantes banquetes, con el deseo de ostentación y jactancia, y eso no está permitido. Lo que está permitido al musulmán es preparar la comida según sea necesario y llevar el vestido que le conviene sin intención de ostentación ni esnobismo, sino con el único objetivo de mantener la belleza, Allah -Exaltado sea- es bello y ama la belleza, dice -Exaltado sea-: Poneos vuestros mejores y más puros vestidos en cada lugar de oración No hay ningún inconveniente en utilizar los adornos de costumbre, ni en preparar la comida habitual y conveniente. Está permitido, también, comer cosas buenas, porque Allah -Exaltado y Glorificado sea- permitió a sus servidores las cosas buenas, pero según lo que se necesita, y les prohibió echar esos dones en la basura, malgastar el dinero, usar lo que les pueda perjudicar y lo que no es necesario. También, Allah ordenó al musulmán evitar que su vestido caiga al suelo, ensuciándose con impurezas.
( Número del tomo 4; Página 117)
La mujer debe ponerse un vestido largo para cubrir sus pies, mientras que el vestido del hombre debe estar por encima de los tobillos. Esto es porque toda la mujer es ‘awrah (debe estar cubierta). Por eso, ella tiene que alargar su vestido para cubrir sus pies, el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: Aquel pie que esté tapado con ropa que cuelgue por debajo de los tobillos estará en el Fuego. Recopilado por Al-Bujari en su Sahih, y eso se refiere a los hombres. Asimismo, el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: A tres clases de gente Allah no les hablará en el Último Día, ni los mirará ni los purificará y tendrán un fuerte castigo: El que arrastra su ropa con arrogancia, el que da y siempre recuerda lo que ha dado y el que jura falsamente para vender su mercancía. Recopilado por Muslim en su Sahih. ¡Rogamos a Allah que nos guíe al bien y que nos mantenga a salvo de todo lo que provoca su ira!
el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: A quien arrastre su ropa con arrogancia, Allah no lo mirará el Día del Juicio. (acordado por Al-Bujari y Muslim). Eso es una prueba de que el vestido del hombre debe estar por encima de los tobillos, o sea que su longitud debe extenderse desde la mitad de la pierna hasta los tobillos sin pasarlos.
En cambio, las mujeres, como son 'awrah, tienen que dejar caer su ropa para cubrir sus pies o bien puede usar calcetines para cubrirlos.
Resumiendo lo dicho, concluimos que todos nosotros, hombres y mujeres, debemos aferrarnos a mantener un término medio entre los extremos de cualquier asunto en la vida, como en los gastos, la ropa, la comida, la bebida y los banquetes. Asimismo hay que evitar la exageración en la realización de los actos de culto como en todos los asuntos, Allah -Exaltado sea- dice: Y no tengas el puño cerrado, asfixiándote, ni lo abras del todo, pues te quedarías reprobado y desnudo Esto es concretamente mantener la moderación en todos los aspectos de la vida; es decir no hay que ser avaro ni tacaño, tampoco hay que derrochar ni gastar con despilfarro, sino es necesario mantener un término medio entre ambas cosas, de acuerdo con la descripción que Allah hizo de sus mejores servidores: Y aquéllos que cuando gastan ni derrochan ni son avaros, sino un término medio entre ambas cosas
( Número del tomo 4; Página 118)
Espero que lo mencionado, aunque es un poco resumido, sea una explicación suficiente de la cuestión tratada y le ruego a Allah Todopoderoso que nos guíe a todos al bien y a lo que le agrada, y que nos conceda a nosotros y a todos los musulmanes la gracia de comprender su religión y mantenernos firmes en ella. También ruego a Allah que conceda el éxito a nuestros gobernantes y a quienes les ayuden por el bien de todos, y que les ayude a realizar lo que es bueno para la Ummah (Nación Islámica) en este mundo y en el más allá.
Asimismo le pedimos a Allah que apoye a todos los musulmanes en todas partes, y que haga que sus gobernantes sean los mejores de entre ellos, que guíe a sus líderes al bien, que nos dé a nosotros y a ellos el conocimiento útil y las buenas obras, que ayude a sus gobernantes para aplicar los juicios de la shari'ah (Ley Islámica) entre los pueblos, y que nos proteja de la maldad de desviarse de ella. Es cierto que Él, Todopoderoso, es Quien oye y Quien está cercano. ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros y aquellos que siguen su Camino hasta el Día del Juicio Final!



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